El paro cardíaco es una de las causas de muerte más comunes, con miles de fallecimientos por paradas cardiorrespiratorias cada año. Existen factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir un paro cardíaco. Algunos no pueden evitarse, pero hay otros en los que nuestra conducta o estilo de vida influyen decisivamente.
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar las probabilidades de sufrir un paro cardíaco, aunque hay varios más. No obstante, nadie está exento de sufrir una parada cardiorrespiratoria. Para reaccionar correctamente en una situación de emergencia, es muy importante ser capaz de reconocer los síntomas del paro cardíaco.
Ante una parada cardiorrespiratoria, es necesario intervenir y aplicar inmediatamente la maniobra de RCP. Como comentábamos, cualquiera puede sufrir un paro cardíaco, y alrededor del 80% de estos sucesos se producen en el domicilio. Es por ello que todos deberíamos conocer la maniobra de RCP.
La reanimación cardiopulmonar (RCP), inventada como tal a principios de 1960, ha seguido un largo desarrollo a lo largo de la historia. Consiste en mantener el corazón de la víctima latiendo hasta la llegada de los servicios de emergencia. La RCP no garantiza salvar la vida de una víctima de paro cardíaco, pero le da una oportunidad de sobrevivir.
Sin embargo, conocer el procedimiento no es suficiente para realizar la maniobra de RCP. Es igualmente importante no experimentar dudas a la hora de realizarla, una barrera mental que a veces nos detiene por miedo a hacer más daño. Ante ello, la conclusión es clara: incluso una mala maniobra de RCP es mejor que no hacerla.
A la hora de enseñar esta maniobra en formaciones de seguridad y salud, hay trucos que ayudan a realizarla correctamente, como la música. Existen canciones mundialmente conocidas que sirven como guía para mantener un ritmo de compresiones adecuado.
Además, en los últimos tiempos una nueva tecnología se ha empezado a utilizar para potenciar este tipo de entrenamientos en RCP: la realidad virtual. Esta herramienta ha llegado para ayudar a impartir formaciones realistas y dinámicas, reforzando la concienciación y la retención.
La realidad virtual plantea situaciones y entornos realistas en simulaciones, en las que el usuario se sumerge completamente utilizando unas gafas. En una simulación de RCP, el formador sitúa al alumno ante una víctima de paro cardíaco, y este debe tomar decisiones para tratar de salvarla.
Esta herramienta permite introducir múltiples variables en las formaciones de RCP. Uso de un desfibrilador, diferentes escenarios como un aeropuerto o un centro comercial, respiración de la víctima... El alumno aprende a realizar el procedimiento y lo practica en un contexto de estrés realista, lo que evita un posterior bloqueo mental.
Al visualizar la situación de emergencia y hacerle frente, la concienciación de los alumnos también se ve reforzada por el uso de esta tecnología. Además, la realidad virtual ofrece aportaciones como una evaluación en tiempo real de la calidad de las compresiones torácicas.
Un estudio del Institut Catalá de la Salut (ICS), publicado en la revista BMC Medical Education, respalda el uso de realidad virtual en cursos RCP. Los resultados reflejan que esta tecnología impulsa la adquisición de conocimientos en Soporte Vital Básico.
¿Quieres conocer todos los beneficios de implantar la realidad virtual para impartir y generalizar la formación en RCP? Descúbrelos en este enlace.