La última simulación desarrollada por Ludus Global está orientada a complementar la formación en espacios confinados. Esta simulación está dirigida a enseñar y entrenar los procedimientos necesarios para trabajar, como recurso preventivo, en cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación desfavorable.
En la versión actual, el ejercicio consiste en una inspección de una red de saneamiento. El alumno debe asegurarse que el trabajador que va a entrar al espacio confinado no corre ningún riesgo. Se deben inspeccionar los EPIs, verificando que son los adecuados para realizar la tarea, además de que el equipo cumple con la normativa (certificados y estado). Posteriormente, debe medir gases tóxicos en el interior del espacio y, en caso de ser necesario, ventilar la zona.
Esta formación está dirigida a operarios que tengan que trabajar en espacios con ventilación limitada y que no esté concebido para una ocupación continuada por su parte, como redes de saneamiento o redes de abastecimiento. En especial, para recursos preventivos, ya que ellos son los encargados de velar por la seguridad de los trabajadores y el cumplimiento de la normativa de prevención.
El aplicar la realidad virtual a la formación aporta varias ventajas probadas, pero ¿Cómo se beneficia específicamente este tipo de formación?
Tanto por lo innovador de utilizar la realidad virtual, como por participar en primera persona, la motivación de los alumnos se incrementa. Este tipo de formaciones mantienen la atención más fácilmente, aumentando la implicación durante el desarrollo de la misma. Esto no sólo mejora la motivación, sino el ritmo de aprendizaje.
Esta probado que el aprendizaje experiencial (de forma directa y en primera persona) potencia la adquisición de conocimientos. Al combinar una mayor motivación con un aprendizaje más interactivo, aumenta la cantidad de información que se retiene a la par que se reduce el tiempo necesario para recordar dicha información.
La formación con realidad virtual permite cometer errores y aprender de ellos sin correr ningún riesgo. Además de la seguridad que aporta al periodo de aprendizaje, se puede exponer a los alumnos a situaciones que afrontarán en la vida real – como gases peligrosos o daños por no utilizar el equipo adecuado – de forma completamente segura, para que puedan experimentar y aprender a resolverlas en el futuro.
Al ser una formación más eficiente en cuanto al tiempo que se dedica al aprendizaje, se requiere menos tiempo dedicados a la misma. No sólo es económica en cuanto a tiempos, también se ahorra en cuanto a inversión, ya que el mismo equipo de realidad virtual (gafas y mandos), ordenador y suscripción a la plataforma se pueden utilizar para realizar diferentes formaciones.
Otra ventaja, para formadores y alumnos, es la posibilidad de personalizar la simulación. Los contenidos y peligros de la misma se pueden ajustar, de forma manual o aleatoria, dando una experiencia de acuerdo a los conocimientos del usuario. De esta forma se asegura que la simulación será una experiencia enriquecedora, sin importar el nivel de preparación que se tenga.
Al realizar la formación por medio de una simulación, se puede evaluar de forma más directa. El formador tiene toda la información sobre qué está haciendo el alumno, ya que puede ver que hace en todo momento. Además, el programa lleva un registro objetivo de la realización del ejercicio.
A día de hoy, la plataforma cuenta con 12 simulaciones diferentes, en lo referente a seguridad laboral y sanidad.
Si deseas incorporar la realidad virtual a tus formaciones, podemos asesorarte, para que puedas beneficiarte de todo lo que aporta esta nueva tecnología.