La desfibrilación es una técnica médica marca la diferencia entre la vida y la muerte en casos de paro cardíaco repentino. En el mundo laboral, donde la seguridad y el bienestar de los empleados son fundamentales, contar con desfibriladores y una capacitación adecuada puede ser crucial para aumentar la supervivencia ante emergencias cardíacas.
En este artículo de Ludus explicamos esta práctica médico, por qué es vital para las empresas y cómo pueden implementarse con efectividad para proteger al personal
Es una técnica médica que consiste en aplicar una controlada descarga eléctrica al corazón de una persona que ha sufrido una arritmia potencialmente mortal. Esta descarga busca restablecer el ritmo cardíaco normal y aumentar drásticamente las posibilidades de supervivencia.
Según la AHA, a nivel mundial, el paro cardíaco mata más que una multitud de enfermedades. Entre ellas, varios tipos de cáncer, la influenza, la neumonía, los accidentes automovilísticos, el VIH, las armas de fuego y los incendios domésticos combinados.
Las emergencias cardíacas pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. Entre 400,000 a 460,000 personas mueren cada año de paro cardíaco, y el 13% de estas muertes ocurren en el lugar de trabajo. La rápida intervención con un desfibrilador puede marcar la diferencia entre salvar una vida o enfrentar una tragedia.
Además de garantizar la seguridad de los empleados, contar con este instrumento en la empresa puede mejorar la imagen corporativa y la percepción de responsabilidad social. Esto puede ser muy valioso para clientes, recursos y socios comerciales.
En una empresa, su papel supone componente clave de un plan integral de seguridad y respuesta ante emergencias. En combinación con otros procedimientos de primeros auxilios y el training empresarial adecuado, las descargas de alto voltaje aumentan significativamente la probabilidad de supervivencia en casos de paro cardíaco.
Es un dispositivo médico portátil diseñado para administrar una descarga eléctrica controlada a través del pecho de un paciente con paro cardíaco.
Los desfibriladores automáticos externos (DEA) son dispositivos inteligentes que monitorean automáticamente al paciente y determinan si es necesaria una descarga eléctrica para restaurar el ritmo cardíaco.
En caso afirmativo, los DEA guían al usuario a través de instrucciones de voz y visuales para administrar la descarga de manera segura. Su simplicidad de uso permite que personal no médico pueda usarlos en una emergencia.
Existen dos tipos principales de desfibriladores: los externos automáticos (DEA) y los internos (o implantados).
Los DEA son los más comunes en entornos empresariales debido a su facilidad de uso y su capacidad para guiar a los rescatistas a través del proceso. En contraposición, los desfibriladores implantados son de uso hospitalario, ya que su colocación supone un procedimiento quirúrgico.
Estos dispositivos están diseñados para ser utilizados por personal no médico en situaciones de emergencia.
Son dispositivos médicos que se colocan dentro del cuerpo, generalmente en el área del pecho, y están destinados a pacientes con afecciones cardíacas crónicas o de alto riesgo.
Contar con un desfibrilador en la empresa es solo el primer paso. La capacitación adecuada del personal en su uso y en primeros auxilios es esencial para garantizar una respuesta rápida y efectiva en situaciones de emergencia.
La ubicación estratégica de los desfibriladores en áreas de alto tráfico y la familiaridad con su uso son aspectos fundamentales. Además, los empleados deben conocer la ubicación de los desfibriladores, cómo utilizarlos correctamente y estar preparados para actuar en caso de paro cardíaco.
La formación debe incluir prácticas regulares para mantener la confianza y la competencia del personal en situaciones reales. Incluso si se utiliza un desfibrilador externo automático.
La realidad virtual (RV) ha demostrado ser una herramienta efectiva para la capacitación en diversas áreas. La capacitación VR con busto interactivo de RCP y desfibrilación no es una excepción.
Esta metodología de aprendizaje inmersivo aumenta la confianza del personal y lo prepara para enfrentar situaciones de emergencia en la vida real.
Existen programas de capacitación con RV que simulan situaciones de emergencia realistas, permitiendo a todos los empleados practicar el uso de desfibriladores y la RCP en un entorno controlado.
La desfibrilación es una técnica esencial que salva vidas en el entorno empresarial.
Es de vida o muerte contar con desfibriladores y capacitar al personal para aumentar las posibilidades de supervivencia ante emergencias cardíacas. Y con entrenamientos de prevención de riesgos laborales realistas, los costos de capacitación y seguros son cada vez menores.