Aplicar una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) cuanto antes puede salvar una vida en casos de parada cardiorrespiratoria. Pudimos ver un ejemplo perfecto este fin de semana, en un partido de LaLiga Santander. La rápida reacción de varias personas que realizaron la RCP ayudó a evitar la muerte de un aficionado en el Cádiz – Barcelona.
Corría el minuto 80, con victoria momentánea por 0-2 para el conjunto azulgrana, cuando el partido se detuvo. Un aficionado había sufrido una parada cardiorrespiratoria en las gradas del Nuevo Mirandilla y se debatía entre la vida y la muerte.
Por fortuna para él, la reacción no se hizo esperar. Mientras los servicios de emergencia se dirigían al estadio, varios aficionados (entre los que había un profesional sanitario) comenzaron a realizar la maniobra de RCP. Los servicios médicos del Cádiz también trabajaron en su reanimación hasta que llegó la ambulancia.
Cuando llegaron los sanitarios, las personas que habían intervenido seguían haciendo las compresiones, algo crucial para mantener con posibilidades a la víctima. Finalmente, tras varios minutos de angustia en los que el estadio entero se paralizó, pudieron trasladar al paciente y estabilizarlo.
Si algo demuestra el suceso de este fin de semana, es que todos deberíamos conocer la maniobra de RCP. La gran mayoría de infartos son extrahospitalarios, como en el caso de este aficionado en el Cádiz – Barcelona. Ser capaz de hacer una RCP hasta que lleguen los servicios de emergencias puede salvar cientos de vidas.
Por ello, es importante hacer esfuerzos para masificar el entrenamiento en reanimación cardiopulmonar. La capacidad de mantener un corazón latiendo para dar una oportunidad a la víctima no debe ser algo exclusivo de los sanitarios.
Las formaciones de RCP se imparten en muchos puestos de trabajo, como parte del entrenamiento en seguridad y salud laboral. Sin embargo, con el tiempo se podría llegar a normalizar que en todos los centros educativos se den estos entrenamientos. Si todos salimos del instituto sabiendo hacer una regla de tres, ¿por qué no salir sabiendo salvar una vida?
Una de las mayores barreras a la hora de realizar la RCP es la falta de confianza. Muchas personas dudan al hacer la maniobra, ya que tienen miedo de que no sea necesaria, de lesionar al paciente, de posibles consecuencias penales… Si todos pensáramos así, no se salvarían vidas como la del aficionado en el Cádiz – Barcelona de este fin de semana.
Ante todos estos miedos, la recomendación no podría ser más clara. Hay que realizar la RCP sin dudar y sin perder tiempo, ya que por cada segundo que pasa las posibilidades de sobrevivir se desploman. El paciente siempre se podrá recuperar de una costilla fisurada, por ejemplo, y nadie protestaría por algo así si le salvan la vida.
Y a ti, ¿te han enseñado cómo realizar la maniobra de RCP?
Por eso, tanto los servicios médicos como las organizaciones relacionadas con enfermedades cardiovasculares hacen hincapié en algo. Hacer mal una RCP es mucho mejor que no realizar la maniobra.