A la hora de impartir formación en prevención de riesgos laborales (PRL), las grandes empresas afrontan una serie de retos logísticos. Contar con un gran volumen de empleados, sedes en diversas localizaciones o países… Puede resultar complejo dar una formación PRL efectiva y estandarizada sin que se alarguen los plazos o se dilaten los costes. El formato webinar con realidad virtual de Ludus aporta una solución a estos inconvenientes.
En esta modalidad remota, el técnico en prevención se pone las gafas de VR y realiza una simulación, compartiendo imagen y sonido. Los empleados pueden seguir la formación a través de una pantalla, a distancia, y participar respondiendo preguntas o guiando al formador.
La formación PRL remota con realidad virtual ofrece varias ventajas a las empresas:
El contar con una misma herramienta para impartir todos los entrenamientos permite estandarizar la formación. Todos los empleados, aunque se encuentren en sedes o países diferentes, reciben la misma formación y realizan los mismos ejercicios.
Las simulaciones de Ludus están construidas en base a los estándares legales en materia de prevención. Gracias a esta modalidad, la formación que reciben los trabajadores es uniforme: afrontan las mismas situaciones de peligro, trabajan los mismos contenidos didácticos… Esto es muy beneficioso a la hora de recabar datos para evaluar el rendimiento en las diferentes localizaciones.
Aunque el contenido sea el mismo, los ejercicios pueden variar en función de las necesidades o deseos del formador. La posibilidad de introducir variables en tiempo real o configurar casuísticas hace que cada experiencia formativa varíe, evitando la monotonía y favoreciendo la atención.
En línea con la estandarización, la modalidad remota con VR permite que un solo departamento o servicio de prevención se encargue de todas las formaciones.
Uno de los inconvenientes de impartir formación estandarizada y a cargo de un mismo formador en diferentes sedes son los costes de traslado.
La masificación y la reducción de los plazos son dos de las grandes ventajas de la formación en formato webinar. Al sortear retos logísticos como traslados o alquiler de instalaciones, los entrenamientos se pueden agendar con sencillez.
Como las formaciones se dan a distancia en una pantalla, no es necesario organizar y reunir a los trabajadores en un aula para recibirlas. Todo ello conlleva dos consecuencias:
En resumen, el formato webinar con VR permite formar en menos tiempo a la totalidad de los trabajadores, aunque se encuentren en diferentes localizaciones o sedes.
En algunas ocasiones no es posible organizar cursos de prevención de riesgos laborales con meses de antelación. Pueden surgir necesidades formativas imprevistas o urgentes, y el formato webinar aumenta la capacidad de reacción ante ellas.
Como las condiciones para que se imparta la formación son tan sencillas, esta se puede organizar en pocos días. Los empleados solo deben disponer de una pantalla para asistir al entrenamiento, y el formador puede impartirlo desde cualquier lugar. No es necesario alquilar una instalación o equipamiento, ni organizar un traslado a determinada sede.
La flexibilidad y la posibilidad de reaccionar ante necesidades urgentes es otra de las grandes ventajas de la formación remota con VR.
La herramienta de Ludus recoge datos de uso y rendimiento con las simulaciones, tanto de formadores como de alumnos. Esto permite saber cuánto tiempo usan los formadores la plataforma, si los empleados han completado correctamente el ejercicio…
En el caso de la formación remota, la empresa obtiene data estandarizada del uso y rendimiento en las diversas sedes o localizaciones. Se trata de una información muy valiosa para tomar decisiones informadas y eficaces con base en datos objetivos.
Los datos recopilados también pueden servir para medir la evolución de los resultados año a año y comprobar la eficacia de los entrenamientos.
Por último, hay que destacar que este tipo de formaciones remotas suelen ser tradicionalmente teóricas, apoyadas por imágenes o presentaciones. Esto puede resultar árido para el trabajador y dificultar la retención de los conocimientos.
Con la realidad virtual, la formación es más lúdica y los trabajadores participan incluso desde la distancia. El formador puede hacer preguntas o dejar que los empleados lo guíen por la simulación, trabajando en su toma de decisiones. Al visualizar las consecuencias de la decisión tomada, como accidentes virtuales, la formación adquiere un componente experiencial.
Fomentar la participación de los trabajadores e involucrarlos en la formación maximiza la retención del conocimiento. Si un empleado ve cómo sus indicaciones llevan a sufrir una electrocución, es menos probable que luego cometa el mismo error en la vida real.
La formación PRL en formato webinar no es la única modalidad en la que la realidad virtual beneficia a las empresas. ¿Quieres saber qué otras ventajas proporciona en entrenamientos presenciales, grupales o autónomos? Descúbrelo en este enlace.
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