Los espacios confinados suponen un foco de accidentes laborales graves, debido a su peligrosidad. Uno de los accidentes más comunes es la asfixia en espacios confinados, que se produce por los bajos niveles de oxígeno.
Las particularidades de los espacios confinados hacen que sea necesario seguir un protocolo de entrada estricto para realizar trabajos en su interior. Además, los trabajadores deben ir adecuadamente equipados para prevenir riesgos como la asfixia en espacios confinados.
Un espacio confinado cuenta con aberturas de entrada y salida limitadas, y no está diseñado para trabajar durante largo tiempo en su interior. Debido a esto, la ventilación de estos lugares suele ser escasa, y los niveles de oxígeno pueden ser demasiado bajos. También pueden acumularse gases que desplazan el oxígeno, incrementando el riesgo de asfixia.
La concentración normal de oxígeno en el aire suele ser de 21%. Por debajo de ese nivel, empieza a existir el peligro de asfixia:
Como se ve, las señales de aviso resultan difíciles de reconocer en el caso de la asfixia en espacios confinados. En muchos casos, el trabajador no reconoce el peligro hasta que es tarde y puede sufrir un accidente grave.
Además de la asfixia en espacios confinados, estos trabajos están sujetos a otros peligros como intoxicaciones, incendios o explosiones. Consulta los principales accidentes en espacios confinados en el siguiente enlace.
El peligro de trabajar en espacios confinados se ve reflejado en las cifras de accidentes. Según la Organización Internacional del Trabajo, cada año se producen unas 200 muertes en espacios confinados.
La mayoría de estas muertes, además, afectan a trabajadores que entran a rescatar a un compañero accidentado. El riesgo afecta igual a los rescatadores, por lo que se debe seguir un protocolo determinado para realizar el rescate.
Según la Estadística de Accidentes de Trabajo (EAT) del Ministerio de Trabajo, en 2022 hubo 118 accidentes por asfixia en España. De estos sucesos, 15 resultaron mortales para el trabajador accidentado.
Esto deja al descubierto la alta mortalidad de accidentes como la asfixia en espacios confinados o en otros entornos. Aproximadamente, uno de cada 8 trabajadores que sufrieron un accidente por asfixia perdieron la vida.
Para evitar accidentes graves como la asfixia en espacios confinados, es fundamental cumplir todos los protocolos y medidas de seguridad. Por ejemplo, una de las medidas previas a la entrada es realizar una medición de gases y atmósfera del interior del espacio.
Estas mediciones sirven para detectar la presencia de gases peligrosos acumulados, así como para determinar los niveles de concentración de oxígeno. Si las condiciones son peligrosas, es obligatorio ventilar artificialmente el espacio confinado antes de autorizar la entrada del trabajador.
Además, existen otras medidas y herramientas para la seguridad del empleado, como los equipos de protección personal (EPP). Algunos de estos equipos son las mascarillas protectoras, máscaras respiratorias, trajes protectores contra sustancias químicas…
Para que los trabajadores apliquen todas estas medidas de seguridad y se protejan adecuadamente, es fundamental impartir formación continua en prevención de riesgos laborales. Aprender y practicar todos los procedimientos ayuda a evitar accidentes graves como la asfixia en espacios confinados.
Las nuevas tecnologías como la realidad virtual ya se utilizan para potenciar y aportar realismo a estos entrenamientos de seguridad y salud. Con una simulación VR, el trabajador se adentra en un espacio confinado virtual, teniendo que cumplir con todas las medidas de seguridad pertinentes.
La posibilidad de cometer errores o incluso sufrir accidentes virtuales refuerza la sensibilización de los empleados. Vivir una experiencia formativa realista maximiza la retención del conocimiento, y permite practicar procedimientos una y otra vez.
¿Quieres saber más acerca de la realidad virtual aplicada a la formación de seguridad en espacios confinados? Te dejamos la información en el siguiente enlace.