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Cómo enseñar ritmo y profundidad de compresiones en RCP - Ludus

Escrito por Alejandro Gutierrez | 9 Sep, 2022

En las formaciones de reanimación cardiopulmonar se trabaja el procedimiento para realizar la maniobra, pero hay un aspecto que no es tan sencillo de inculcar. ¿Cómo se enseña el ritmo y la profundidad de las compresiones en RCP? La tecnología y la música, con célebres canciones como ‘Stayin’ alive’ o ‘la Macarena’, pueden tener la clave.

 

Ante una parada cardiorrespiratoria, lo principal es no dudar a la hora de realizar la maniobra. Para evitar bloqueos, siempre hay que tener algo en mente: una mala RCP es mejor que no hacer RCP. Sin embargo, es importante conocer el ritmo y la profundidad de las compresiones para aumentar las probabilidades de supervivencia de la víctima.

Observando esto desde la perspectiva del formador, ¿cómo se enseña el ritmo y la profundidad de compresiones en RCP de forma didáctica y eficaz?

Bee Gees, La Macarena… canciones para mantener el ritmo de las compresiones en RCP

Para hacer una RCP correcta es esencial mantener el ritmo adecuado y no parar hasta que lleguen los equipos sanitarios. Entidades como la American Heart Association (AHA) establecen el ritmo ideal entre 100 y 120 compresiones por minuto. No resulta sencillo mantener esa cadencia largo rato, pero hay un truco muy útil para no ‘perderse’: las canciones.

La propia AHA ha valorado la utilidad de las canciones como una guía para mantener el ritmo. Este truco es eficaz en formación, ya que ayuda a los alumnos a recordar a largo plazo el ritmo de las compresiones en RCP.

Canciones como ‘La Macarena’, ‘Stayin’ alive’, de Bee Gees, o ‘Sweet Home Alabama’ sirven de pista para mantener el ritmo. Hay muchas otras canciones, como ‘Hips don’t lie’ o ‘Just Dance’, entre otras. La música como aliada para salvar vidas.

La profundidad de las compresiones, un elemento difícil de enseñar

Es importante realizar las compresiones en RCP a una profundidad suficiente, así como dejar que el pecho suba completamente tras cada compresión. Esto no es algo fácil de medir ni de enseñar a simple vista, aunque tradicionalmente se ha practicado con bustos de entrenamiento.

Los avances tecnológicos cada vez ofrecen más soluciones a estos problemas. En la actualidad, existen bustos de entrenamiento sensorizados, capaces de medir el ritmo y la profundidad de las compresiones del alumno.

Herramientas como la simulación de realidad virtual de Ludus ofrecen una visualización en tiempo real de estos datos. De esta manera, el alumno puede comprobar si sus compresiones se adecúan a los parámetros correctos.

Además, este ejercicio ofrece la posibilidad de un modo guiado, en el que la persona formada va siguiendo los pasos indicados por la propia simulación. Comprobar la respiración de la víctima, llamar a Emergencias, utilizar un DEA… El alumno aprende a reaccionar ante un caso de parada cardiorrespiratoria mientras vive una situación de estrés realista.

Las simulaciones de realidad virtual ofrecen a los formadores un nuevo vehículo con el que trasladar sus conocimientos. En el caso de RCP, el formador cuenta con una gran variedad de recursos, como elegir entre diferentes escenarios, situaciones o variables en tiempo real.

¿Sabías que la realidad virtual ayuda a masificar y generalizar el entrenamiento en RCP entre la población? Descubre cómo en este enlace.