La maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) ayuda a mantener un corazón latiendo en caso de parada cardiorrespiratoria. Sin embargo, en ocasiones se cometen errores o no se completa el protocolo por desconocimiento. Esto sucede en muchas maniobras de RCP en cine y televisión.
La RCP proporciona a la víctima una oportunidad de sobrevivir cuando lleguen los servicios de emergencia, por lo que conocerla es vital. No es extraño que la maniobra haya aparecido muchas veces en películas y series, pero no suele aparecer correctamente reflejada.
La capacidad divulgativa de estos medios es enorme, y mostrar una RCP en cine y televisión correctamente puede ayudar a proteger vidas. No obstante, conviene señalar algunos errores para evitar que se repitan en la vida real.
El primer ejemplo de error en una RCP en cine y televisión lo encontramos en la película ‘Los juegos del hambre’. En una escena, Peeta golpea una barrera electrificada y es lanzado por los aires. Al caer al suelo, sus compañeros descubren que no respira por la descarga recibida. Inmediatamente, el personaje de Finnick empieza a realizar la maniobra de RCP.
En este caso, el error está en parar para buscar señales de respiración. Finnick se detiene en mitad de la maniobra y acerca la oreja al pecho de Peeta para intentar escuchar si hay latido. Lo correcto es hacer esta comprobación antes de iniciar la RCP.
La respiración de la víctima suele comprobarse acercando el oído a su boca, en lo que se conoce como la maniobra frente-mentón. Una vez comenzada la maniobra, es mejor continuar con las compresiones sin detenerse.
Por otra parte, el ritmo de las compresiones de Finnick no es constante, y en algunos momentos son demasiado rápidas. En una situación de estrés semejante puede resultar complicado mantener el ritmo correcto, pero hay técnicas para lograrlo.
En las formaciones de RCP se enseñan trucos como utilizar la música a modo de guía, con canciones como ‘Stayin’ alive’ o ‘La macarena’.
‘The Office’, comedia televisiva conocida mundialmente, también abordó la maniobra de RCP en uno de sus episodios. Cuando uno de los personajes, Stanley, sufre un ataque al corazón, en la oficina deciden tomar un curso de reanimación cardiopulmonar.
En la vida real no debería hacer falta que alguien sufra una parada cardiorrespiratoria para ponernos sobre alerta. Esta situación puede producirse en cualquier momento o lugar, por lo que todos deberíamos conocer la maniobra de RCP.
Al hilo de lo comentado anteriormente, en este caso la formadora intenta utilizar ‘Stayin’ alive’ para enseñar el ritmo de las compresiones.
Tratándose de una serie de humor, al ver la escena comprobamos cómo suceden infinidad de errores y situaciones surrealistas. Sin embargo, el poder divulgativo de la serie y los consejos del personaje de la formadora ayudaron a salvar una vida real. En 2021, un hombre de EEUU salvó a su hija realizando la RCP al ritmo de ‘Stayin’ alive’, tal como había aprendido viendo ‘The Office’.
En la película ‘Jumanji: welcome to the jungle’, estrenada en 2017, podemos ver otro caso de error en RCP en cine y televisión. En una escena, a Alex le pica un mosquito y se desploma en el suelo sin conocimiento. Rápidamente acuden a aplicarle una RCP mientras un personaje indica “3 compresiones de pecho y boca a boca”.
En la escena, Bethany solo realiza 3 compresiones y luego múltiples boca a boca hasta que Alex vuelve a respirar. Esto es incorrecto, ya que habría que hacer 30 compresiones y luego 2 insuflaciones, o incluso se podría prescindir de insuflar aire. La parte más importante de una RCP es conseguir que el corazón siga bombeando sangre.
Por otro lado, las compresiones que le aplica son muy suaves, cuando deberían ser firmes y más profundas. Aunque se corra el riesgo de romper una costilla, la profundidad recomendada para adultos es de unos 5cm. Siempre será preferible dañar una costilla antes que no mantener el corazón de la víctima latiendo, lo que podría suponer su muerte.
Hasta los superhéroes pueden cometer errores fatales, y ante una mala reanimación cardiopulmonar los superpoderes no sirven para nada. En ‘Spiderman 3’ encontramos otro ejemplo perfecto de una mala RCP en cine y televisión.
En una escena, Peter Parker (Toby Maguire) corre hacia su amigo Harry, que está en el suelo inconsciente y sin respiración.
En un primer momento, la reacción de Peter es la adecuada. Tras ver a Harry inconsciente, se acerca para intentar escuchar su aliento. Al comprobar que no respira, inicia inmediatamente la maniobra de RCP. Sin embargo, comete un error gravísimo que podría causar lesiones irreversibles a su amigo.
Después de unas cuantas compresiones, deja de hacer la maniobra y levanta a Harry para llevarlo a un hospital. Esto nunca debe hacerse, es necesario continuar con la RCP hasta que lleguen los servicios de emergencias. Según la American Heart Association, las posibilidades de supervivencia de la víctima caen un 10% por cada minuto que no recibe RCP.
Cada segundo que el corazón está detenido acerca al cerebro a daños irreversibles o a la muerte. Aunque sus compresiones no fueran idóneas, Peter debería haber seguido con la maniobra para mantener a Harry con opciones de sobrevivir. Ante una emergencia, jamás se debe dudar: una RCP mal hecha es mejor que no hacer la maniobra.
Más allá de los errores que se aprecian en las RCP en cine y televisión, es importante dar a conocer la maniobra a la población. El 80% de las paradas cardiorrespiratorias se producen en el domicilio, por lo que no siempre habrá profesionales sanitarios cerca.
Desafortunadamente, hay ciertas barreras que dificultan que la formación en RCP sea algo masificado y generalizado. Si quieres saber cómo la tecnología ayuda a superarlas, descúbrelo en este enlace.