Los accidentes y fallecimientos inesperados suponen siempre una tragedia para todos, pero son especialmente dolorosos cuando se podría haber hecho algo por evitarlos. En casos de parada cardiorrespiratoria, por ejemplo, una correcta formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) puede ser decisiva para salvar vidas. Las nuevas tecnologías como la realidad virtual han llegado para complementar y apoyar estas formaciones de RCP.
Según la American Heart Association, cuando se produce una parada cardiorrespiratoria, las probabilidades de supervivencia de la víctima disminuyen un 10% por cada minuto que se retrasa la RCP, aunque cada minuto que pasa el daño es mayor. Además, aseguran que aplicar esta técnica de forma inmediata puede doblar o incluso triplicar su probabilidad de sobrevivir.
Incluir una correcta capacitación en RCP dentro de las formaciones de prevención de riesgos de las empresas cobra, pues, una importancia vital. Nadie está exento de sufrir un accidente cardiovascular, y es responsabilidad de todos estar preparados para intervenir en esta situación.
La prevención de riesgos laborales (PRL) es uno de los elementos en los que las empresas deben hacer hincapié. Está demostrado que una formación idónea en PRL repercute en forma de múltiples beneficios para las compañías, tanto en el campo de las finanzas como en el de la productividad.
Unas condiciones de trabajo seguras derivan en una tasa de accidentes laborales mucho más baja. Esto permite mantener a salvo a los empleados, además de reducir costes por absentismo y litigios en caso de accidente.
En cuanto a la productividad, el ‘Informe Adecco sobre la empresa saludable y gestión del absentismo’ subraya que la preocupación por la seguridad y salud de los trabajadores “se vuelve recíproca”. Esto es, que los empleados “se sentirán más ligados a la empresa favoreciéndola como auténticos embajadores, obteniendo ventajas competitivas y valor añadido”.
Además de las formaciones RCP más tradicionales, de un tiempo a esta parte en varias empresas se ha venido utilizando un busto inteligente. Esta herramienta sensorizada permite medir datos como el ritmo y la profundidad de las compresiones torácicas.
Este busto inteligente también permite valorar si, entre compresión y compresión, se está permitiendo que el pecho se eleve completamente. Esto es importantísimo para que la cantidad adecuada de sangre llegue al corazón de la víctima y no se vean afectados sus órganos vitales.
Sin embargo, en los últimos años una nueva tecnología se ha ido implantando para optimizar las capacitaciones RCP: la realidad virtual (RV). La aplicación de esta tecnología puntera en las formaciones de prevención de riesgos laborales ya es posible gracias a empresas como Ludus.
La realidad virtual permite recrear entornos de forma digital, y simular situaciones que serían demasiado peligrosas en la vida real. Esta herramienta es un arma tremendamente poderosa para formar a los empleados a la hora de afrontar situaciones de riesgo, pero, ¿cómo se aplica en el caso de las formaciones de RCP?
Las formaciones de realidad virtual en RCP como las de Ludus Global enriquecen el aprendizaje de múltiples maneras. Para empezar, la RV ayuda al alumno a enfrentarse a una situación realista, provocándole sensaciones y creando una experiencia inmersiva que ayuda a interiorizar la formación, con posibilidades como la de oír la respiración de la víctima.
Una de las grandes ventajas de utilizar la realidad virtual en este tipo de capacitaciones es la de cometer errores, ya que no hay mejor forma de aprender que equivocarse. Durante la formación, los alumnos pueden cometer fallos que en la vida real resultarían fatales, mejorando y aprendiendo de los mismos.
Además, el realismo de estas formaciones en RCP ayuda a evitar bloqueos al enfrentarse a una situación real, ya que el empleado ha sido preparado para afrontar una situación de estrés de forma óptima.
Las capacitaciones de realidad virtual en RCP no solo mejoran el desempeño de los alumnos, sino que también ofrecen un enorme abanico de posibilidades para los formadores. Simulaciones como las de Ludus, por ejemplo, permiten aplicar diferentes variables previas al ejercicio, y algunas incluso en tiempo real.
En el caso de las formaciones de RCP, el formador puede añadir casuísticas como ruido ambiente o abundante vello en el pecho de la víctima, lo que obligaría a afeitarlo para aplicar correctamente los parches del desfibrilador. Además, la persona encargada de guiar el ejercicio puede introducir elementos disruptivos externos, como personas nerviosas o indiscretas que aumentan el nivel de estrés del alumno.
Las formaciones de Ludus también ofrecen una evaluación práctica o teórico-práctica al final de la simulación, que permite analizar el desempeño del empleado e incidir en los errores cometidos.
Según datos de la Fundación Española del Corazón, en España se produce una media anual de 30.000 paradas cardiacas. Sin embargo, entidades como la Sociedad Española de Cardiología o el CERCP (Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar) elevan esta cifra por encima de las 50.000. Una correcta preparación para aplicar estas técnicas en cualquier escenario y en situaciones de estrés puede marcar la diferencia en algo que nos incumbe a todos: salvar vidas.
Si te interesa implementar la formación de RCP con realidad virtual de Ludus, o informarte sobre nuestras simulaciones, puedes hacerlo aquí.