Se denomina riesgo eléctrico a la situación laboral en la que un trabajador corre peligro de entrar en contacto con la corriente eléctrica. Esto puede producir accidentes graves, como electrocuciones, o incluso la muerte.
Si se produce ese contacto con la electricidad, el empleado deberá estar protegido adecuadamente para evitar accidentes. Normalmente se identifican dos tipos de contactos con la corriente eléctrica, el directo y el indirecto.
Según la Estadística de Accidentes de Trabajo del Gobierno de España, en 2022 hubo al menos 935 accidentes por riesgo eléctrico en el país. 26 de esas electrocuciones fueron graves, y 7, mortales.
De estas electrocuciones, 456 se debían a un arco eléctrico, o a contacto pasivo o indirecto. Los 479 restantes se debieron a un contacto directo con la electricidad.
Se estima que el número real de electrocuciones en el trabajo en España fue algo mayor. En la categoría ‘Contacto eléctrico, con fuego, temperaturas o sustancias peligrosas’ había 1.965 accidentes sin especificar.
No obstante, tomando como referencia el dato de 935 accidentes por riesgo eléctrico, la media fue de 2,6 electrocuciones al día.
La realidad en Latinoamérica no es muy distinta. Según International Electrical Safety & Reliability Consultants (IESRC), el riesgo eléctrico está detrás del 25% de accidentes industriales en América Latina. Según Alejandro Llaneza, consultor de IESRC, el 90% de operarios expuestos a riesgo eléctrico no lo identifican ni saben prevenirlo.
Estados Unidos tampoco se libra de esta lacra. Según el US Bureau of Labor Statistics, en 2021 hubo 152 trabajadores fallecidos a causa de exposición a la electricidad.
Hay varias causas que llevan a sufrir accidentes debidos al riesgo eléctrico. Estas son algunas de las principales:
Para prevenir accidentes y realizar con seguridad trabajos con presencia de riesgo eléctrico, debes seguir protocolos como las 5 reglas de oro:
Descubre otras maneras de evitar los peligros de la electrocución:
En cualquier caso, una correcta formación en prevención de riesgos laborales (PRL) es necesaria para evitar accidentes por riesgo eléctrico. Los entrenamientos deben ser tanto teóricos como prácticos, preparando a los empleados para sortear el riesgo eléctrico.
Al realizar una formación práctica, si debe realizarse con tensión eléctrica para entrenar una situación real, existen ciertos riesgos. El empleado está expuesto a un peligro de electrocución, como estará en la vida real. ¿Cómo se practican estos procedimientos de manera realista sin poner en riesgo la salud de los empleados?
Las nuevas tecnologías, como la realidad virtual, aportan una respuesta a esa pregunta. Las simulaciones de realidad virtual permiten practicar procedimientos de seguridad laboral en entornos y situaciones realistas.
El formador, colocándole unas gafas VR al empleado, puede exponerlo a una situación de riesgo eléctrico realista. El trabajador se sumerge en un entorno de su día a día, como un almacén, y entrena los protocolos sin estar expuesto aun peligro real. Además, puede cometer errores y comprobar sus consecuencias en forma de accidente virtual, lo que aumenta la concienciación.
En casos en los que es necesario impartir formaciones prácticas reales, la realidad virtual permite preparar al trabajador para realizarlas correctamente. Tras haber practicado de manera inmersiva los protocolos con VR, completará la práctica de manera eficiente y en menor tiempo.
La simulación de Riesgo Eléctrico de Ludus permite impartir entrenamientos dinámicos y realistas. El formador puede configurar diferentes ejercicios, con riesgos como contacto directo, contacto indirecto o arco eléctrico.