Los accidentes laborales son una lacra que cada año deja cientos de muertos en España. Los trabajos en altura no son una excepción, ya que implican un riesgo inherente de sufrir caídas y lesiones graves. Las estadísticas de accidentes de trabajo reflejan que en 2024 hubo 79 caídas desde altura mortales.
La Estadística de Accidentes de Trabajo (EAT) del Ministerio de Trabajo recoge los datos de siniestralidad laboral en España. Según este informe, en 2024 se produjeron 646 accidentes laborales mortales en jornada, casi dos cada día.
En el apartado de accidentes de trabajo en jornada mortales por forma o contacto que produjo la lesión, las caídas desde altura dejaron 79 fallecidos. El total de accidentes mortales en jornada en 2024 fue de 646, por lo que las caídas desde altura suponen un 12,23%.
Analizando este dato, la conclusión aproximada es clara. Uno de cada ocho accidentes de trabajo mortales de 2024 se debió a caída desde altura.
Por otra parte, el total de caídas desde altura mortales en el año completo de 2023 fue de 78. Esto deja una media de 6,5 trabajadores fallecidos al mes, similar a la de 2024. La tendencia de accidentes de trabajo mortales por caídas se mantiene año a año.
Al estudiar la siniestralidad en trabajos en altura, hay que prestar atención al dato de la desviación que produjo el accidente de trabajo. En este caso, el total de caídas desde altura en 2024 fue de 27.305.
De ese total de caídas en trabajos en altura, 724 fueron consideradas accidentes de trabajo graves.
Estos datos dejan conclusiones de interés. El total de accidentes laborales graves era de 3.766, siendo las caídas desde altura la desviación más común. Esas 724 caídas desde altura supusieron casi un 20% del total de accidentes de trabajo graves.
Se puede afirmar, en consecuencia, que al menos uno de cada cinco accidentes de trabajo graves en España fueron caídas en trabajos en altura.
La construcción es uno de los ámbitos con mayor incidencia de accidentes de trabajo. En 2024, el 15,1% del total de los accidentes laborales afectaron a este sector. Los operarios de la construcción también están expuestos a caídas, ya que a menudo realizan trabajos en altura.
No en vano, cuando analizamos los cuatro accidentes más letales en construcción, las caídas aparecían como uno de los motivos de mayor preocupación.
Contemplando los accidentes según la descripción y la forma en la que se originó la lesión, las caídas dejaron 15.247 fracturas de huesos en 2023. Esto supone un 15,39% de las 99.062 caídas totales, la tercera lesión tras ‘Dislocaciones, esguinces y distensiones’ y ‘Lesiones superficiales’.
Sin embargo, si analizamos el global de los accidentes vemos que, en total, hubo 42.933 fracturas de huesos en accidentes de trabajo. Esto significa que un 35,5% del total de fracturas se produjeron a causa de una caída. La conclusión es clara: más de un tercio de las fracturas de huesos en accidentes de trabajo se deben a caídas.
Desafortunadamente, las cifras de accidentes en trabajos en altura no están siguiendo una tendencia a la baja. De hecho, los accidentes de trabajo aumentan interanualmente. Para combatir esta lacra y prevenir tragedias evitables, la formación en prevención de riesgos laborales (PRL) es clave.
Es fundamental que los trabajadores reciban una formación PRL adecuada, para saber cómo protegerse al realizar trabajos en altura. Arneses, equipos de protección, medidas de precaución… el conocimiento de estos medios ayuda a salvar vidas.
En el caso de los trabajos en altura, el avance tecnológico ha traído herramientas que ayudan a impartir una formación dinámica y entretenida. Una de esas herramientas es la realidad virtual, que recrea entornos y situaciones realistas gracias a simulaciones.
Con las gafas de realidad virtual, el formador PRL puede situar al trabajador en un entorno virtual del ámbito de trabajos en altura. El empleado experimenta una sensación de altura (o vértigo) real y aprende a protegerse de manera práctica y dinámica.
Según un estudio de PWC, quienes aprenden con realidad virtual asimilan los conocimientos hasta cuatro veces más rápido. El potencial de esta herramienta también ayuda que los usuarios estén emocionalmente conectados con el contenido, lo que favorece la retención.
Estas simulaciones son igualmente útiles cuando los empleados deben realizar prácticas obligatorias en la vida real. Tras pasar por una simulación, el trabajador formado será capaz de desarrollar la práctica real de manera eficaz y en menor tiempo.
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