Una BIE o boca de incendio es un sistema de extinción de incendios generalmente anclado a una pared. La BIE debe estar conectada a la red de suministro de agua, ya que este es el agente extintor que utiliza para combatir el fuego.
En algunos casos, una BIE puede ser más eficaz que un extintor. Por ejemplo, en casos de incendio de dimensiones considerables y que requieren grandes cantidades de agua.
Si quieres saber cuáles son las diferentes partes de una BIE, te las explicamos en el siguiente enlace.
Al utilizar agua, la boca de incendio equipada apaga el fuego por enfriamiento. El agua de la BIE absorbe el calor de las llamas al tiempo que se evapora, logrando que se extingan. Otros agentes extintores, como el CO2, apagan por sofocación, impidiendo que el oxígeno alimente el incendio.
Normalmente, las bocas de incendio equipadas se instalan en recintos cerrados, como centros comerciales, bibliotecas, universidades… existen varios tipos de BIE, aunque siempre van conectadas a la red de abastecimiento de agua. Se trata de un sistema de extinción de incendios eficaz, pero ¿cómo se usa una boca de incendio (BIE)?
A la hora de utilizar una boca de incendio equipada para extinguir un incendio, se deben seguir una serie de pasos:
El aviso a Emergencias es un paso previo importante en casos de máxima urgencia, no solo en incendios. Ante un caso de parada cardiorrespiratoria, por ejemplo, el protocolo exige que antes de realizar la RCP se dé aviso a Emergencias. De hecho, no hacerlo es uno de los errores más cometidos.
En supuestos de incendio, en los recintos cerrados como los que suelen tener instaladas las BIE suele haber una alarma específica. Siempre habrá que hacer sonar esta alarma para alertar de la presencia del fuego antes de tratar de extinguirlo.
Cuando no se pueda abrir el armario en el que se encuentra la BIE, tendremos que romper el cristal protector golpeándolo con algún objeto contundente. Otro paso importante, una vez abierto el armario, será comprobar en el manómetro que la presión del agua es adecuada.
Abrir esta válvula es esencial, ya que permite que el agente extintor (en este caso, el agua) llegue al sistema de extinción (la BIE). En caso contrario, la boca de incendio no se podrá utilizar para extinguir el incendio.
Esto evita que la manguera se atasque una vez que llega el agua a presión. Además, nos permitirá maniobrabilidad al utilizar las bocas de incendio equipadas, pudiendo acercarnos o alejarnos del fuego en función de su longitud.
Siempre hay que realizar un ‘disparo’ de prueba antes de aproximarse al fuego y ponerse en riesgo. Esto es común a las BIE y a los extintores. Normalmente, esa prueba se hace apuntando al suelo.
Es una forma de asegurarnos de que el agua sale a la presión correcta y de que no hay ningún desperfecto en el sistema de extinción.
Debemos colocarnos a una distancia adecuada, de forma que el agente extintor de la BIE pueda actuar, pero sin acercarnos demasiado. Manteniendo una distancia de seguridad, no nos expondremos innecesariamente a posibles quemaduras.
Siempre dirigiremos el agua de la boca de incendio (BIE) a la base del fuego, nunca a la parte superior, y realizaremos un movimiento de barrido. Empezaremos por los extremos del incendio para evitar su propagación.
Una vez extinguido el incendio, nos alejaremos sin perder contacto visual y manteniéndonos alerta. Esto nos permitirá reaccionar si el fuego se reactiva.
Además de todos estos pasos, hay otros aspectos que debemos tener en cuenta antes de utilizar una BIE (boca de incendio equipada). Por ejemplo, si hay aparatos eléctricos cerca del fuego, será necesario cortar la corriente o desconectarlos, ya que pueden producirnos una descarga.
El estado de un incendio puede avanzar hasta descontrolarse. Si se llega a una situación de fuego descontrolado, deberemos evacuar el edificio sin perder tiempo, renunciando a extinguirlo. Los servicios de emergencias o bomberos serán los encargados de controlar el incendio a su llegada.
Las formaciones de uso de BIE son importantes para que los empleados aprendan a utilizar estos sistemas de extinción. En la actualidad, tecnologías como la realidad virtual han llegado para dinamizar y potenciar este tipo de entrenamientos.
En estas formaciones con VR, el alumno afronta una situación de incendio realista en primera persona, pudiendo equivocarse y sufrir accidentes. Además, el formador puede seleccionar variables como el progreso del fuego o el riesgo eléctrico.
Con la simulación de uso de BIEs de Ludus, los trabajadores aprenden a utilizar una BIE de forma realista e inmersiva. Si cometen errores como aproximarse demasiado a las llamas, pueden sufrir accidentes como quemaduras, para sensibilizarse sin ponerse en peligro real.
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