La formación en prevención de riesgos laborales (PRL) busca concienciar a los empleados para crear entornos seguros y salvar vidas. Cuando se produce un accidente, el no haber impartido entrenamiento en seguridad y salud acarrea sanciones a las empresas. Contar con una prueba de concienciación en PRL permite demostrar que la compañía ha hecho lo posible por proteger a sus empleados.
Entrenar a los empleados en seguridad y salud laboral es una obligación legal. Las formaciones deben hacerse en horario de trabajo, y su coste recae siempre sobre la compañía. Sin la formación adecuada, en caso de accidente la responsabilidad será siempre de la empresa.
Esto significa que, aunque el trabajador no tome las medidas adecuadas (como colocarse los EPIs pertinentes), se descartará una imprudencia por su parte. Al no haber recibido una formación, se considerará a la empresa responsable del accidente, y deberá afrontar costes derivados de litigios o indemnizaciones.
Las compañías aseguradoras también sufren las consecuencias de estas sanciones a las empresas. En los casos en los que la empresa cuenta con un seguro, la aseguradora puede ser considerada responsable civil. En esos casos, será la encargada de abonar las indemnizaciones a las que el empresario haya sido condenado.
Teniendo en cuenta lo mencionado, una prueba de concienciación en PRL es importante para evitar sanciones a las empresas. Es decir, una manera de demostrar que han impartido una formación basada en normativa y que los trabajadores han asimilado el contenido.
La formación debe estar basada en estándares oficiales de prevención de riesgos laborales. Con una prueba concienciación en PRL, la empresa demuestra que el empleado había recibido la información necesaria para detectar y evitar posibles riesgos.
Esta prueba tiene un valor doble. Por un lado, la compañía se asegura de hacer lo posible por proteger la salud de los trabajadores y construir un entorno seguro. Por otro, queda eximida de responsabilidad en casos de accidente por imprudencia grave.
Las empresas disponen de varias formas de demostrar que han impartido una formación en seguridad y salud basada en estándares oficiales. Sin embargo, no siempre es sencillo demostrar que los empleados han asimilado correctamente los contenidos de la formación PRL.
Una forma apropiada de lograr una prueba de concienciación en PRL es implantar un sistema de evaluación. Así, los trabajadores pueden demostrar que conocen y dominan las medidas de prevención en las que han sido formados. De nuevo, en algunas formaciones esto no es fácil de conseguir.
Las nuevas tecnologías como la realidad virtual (RV) ofrecen un camino para conseguir esa prueba de concienciación. Las simulaciones de realidad virtual permiten a los formadores recopilar datos valiosos en sus entrenamientos, como horas de uso y desempeño por alumno.
La realidad virtual aporta un componente de evaluación en algunas simulaciones. Gracias a ella, los formadores pueden medir el desempeño de los empleados en sus formaciones.
En una formación de RCP, una simulación de RV evalúa datos como el tiempo de reacción o el ritmo y profundidad de las compresiones. Esta posibilidad permite asegurar que los empleados han dominado el procedimiento en base a parámetros objetivos.
Según un estudio de PWC, quienes aprenden con RV están 3,75 veces más conectados emocionalmente con el contenido. Esto significa que la concienciación lograda es mayor, algo que las empresas pueden demostrar con datos.
Las simulaciones de realidad virtual de Ludus permiten dinamizar, digitalizar y estandarizar las formaciones de seguridad y salud.
Además, esta tecnología permite demostrar que se ha impartido una formación PRL basada en los estándares legales. ¿Quieres saber cómo? Averígualo en este enlace.