Los cursos RCP (reanimación cardiopulmonar) son una herramienta necesaria para proteger cientos de vidas. En un artículo anterior comentábamos cómo existen determinadas barreras que impiden que la formación en RCP sea algo generalizado entre la población. Sin embargo, la aparición de una tecnología con potencial formativo puede ayudar a superar estas barreras: la realidad virtual.
El potencial de la realidad virtual en cursos RCP está avalado por instituciones de prestigio. Un estudio del Instituto Catalán de la Salud (ICS), publicado en BMC Medical Education, respalda el uso de la VR. Según el estudio, esta tecnología potencia la adquisición de conocimientos en formaciones de Soporte Vital Básico (SVB).
Una parada cardiorrespiratoria puede producirse en cualquier momento y lugar. No siempre habrá un médico cerca para practicar la RCP a nuestros seres queridos, por eso es importante que todos conozcamos la maniobra.
El Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar asegura que el 80% de los infartos se producen en el domicilio. Ahí radica la importancia de masificar y generalizar los cursos RCP entre la población.
La maniobra de reanimación cardiopulmonar ha evolucionado a lo largo de la historia. El proceso para llegar a impartir los cursos RCP que conocemos hoy se ha desarrollado en varios siglos. Desde métodos bizarros como insuflar humo en el recto de la víctima hasta hitos como descubrir las compresiones torácicas ha habido un largo camino.
A la hora de masificar la formación en RCP, el cine o la televisión pueden aprovechar su gran potencial divulgativo. Ha habido numerosas escenas de reanimación cardiopulmonar en estos medios, aunque en muchos casos aparecen con errores que en la realidad serían fatales.
Como decíamos, la aparición de nuevas tecnologías como la realidad virtual supone un impulso a la hora de generalizar los cursos RCP.
Las simulaciones de realidad virtual recrean escenarios y situaciones realistas. Colocándose unas gafas de VR, el usuario se sumerge en una experiencia en primera persona en un entorno virtual. Esto tiene un gran potencial en formaciones como las de RCP, ya que el alumno practica la maniobra a modo de simulacro realista.
En cuanto a los obstáculos que complican generalizar los cursos RCP entre toda la población, esta tecnología ayuda a superarlos.
La escasa motivación para aprender la maniobra de RCP es una de las barreras superadas. La realidad virtual permite enseñar la maniobra de manera dinámica, con diferentes variables y escenarios como un aeropuerto, un centro comercial… Esto ayuda a hacer de la experiencia algo lúdico para los alumnos, logrando que se impliquen en los cursos RCP.
Al tratarse de una herramienta innovadora con mecánicas similares a las de algunos videojuegos, también tiene gran impacto formativo en generaciones de nativos digitales. Además, un aumento de motivación va ligado a una mejor retención de los conocimientos a medio y largo plazo.
De forma complementaria, hay otros métodos para que los alumnos retengan la información de los cursos RCP de manera entretenida. Uno de ellos es utilizar la música para enseñar el ritmo de las compresiones torácicas, con canciones como ‘Stayin’ alive’.
La falta de realismo es uno de los problemas de las formaciones de RCP. Aunque los alumnos practican con un busto, no llegan a vivir la situación de estrés de una emergencia real. Esto puede desembocar en un bloqueo mental ante una parada cardiorrespiratoria, lo que resultaría fatal para la víctima.
La realidad virtual ayuda a trabajar con esos supuestos en los cursos RCP. El alumno experimenta una situación realista, teniendo que socorrer a una víctima en entornos presentes en su día a día. La tecnología permite incluir otros elementos que aumentan el estrés, como personajes virtuales que molestan al alumno.
El realismo y el estrés en la formación de RCP son esenciales para evitar un posterior bloqueo. En un artículo anterior ya describíamos cómo es mantener un corazón latiendo con una simulación de RCP en realidad virtual.
Hablando de bloqueo mental, una de las mayores barreras a la hora de realizar una RCP es la falta de confianza. Por temor a hacer más daño o a no ejecutar la maniobra correctamente, podemos dejar de socorrer a la víctima. Esto es un error fatal, ya que incluso una mala RCP es mejor que no hacer RCP.
Una persona que se encuentra en el suelo sin respirar y sin pulso cardiaco está muerta, y cada segundo sus posibilidades de sobrevivir caen. Por eso, no hay que dudar ni perder tiempo a la hora de realizar la maniobra de reanimación.
Las simulaciones de realidad virtual permiten practicar la RCP en diferentes entornos y circunstancias: que haya o no un desfibrilador, respiración agónica de la víctima… Esta práctica en entornos y situaciones realistas favorece la memoria muscular del alumno, y ayuda a fortalecer su confianza posterior.
La simulación de RCP de Ludus cuenta con modo guiado y no guiado. Esto significa que, a la hora de organizar cursos RCP, pueden llegar a realizarse de forma autónoma. Es una opción muy útil para las formaciones de refresco, por ejemplo. Los alumnos o empleados van pasando autónomamente por la simulación y refrescando sus conocimientos, sin tener que organizar un grupo.
Esta posibilidad no solo hace menos complejo el organizar entrenamientos de reanimación cardiopulmonar, también ayuda a reducir costes. Como no hay que detener a un grupo de personas para impartir la formación, los procesos del centro no se detienen. El ahorro se produce, entonces, tanto en horas de formación como en costes por detención de procesos.
Al final del ejercicio aparece una puntuación en base a parámetros como tiempo de reacción, pasos completados, preguntas bien respondidas… Este componente evaluativo permite conocer el desempeño de los alumnos, y asegurarse de que dominan la maniobra.
Además, la simulación de Ludus ofrece una evaluación en tiempo real del ritmo y la profundidad de las compresiones. Se trata de otra ayuda para entrenar la memoria muscular del alumno, que va comprobando visualmente si se ajusta a los parámetros correctos.