Las bocas de incendio equipadas (BIEs) son sistemas de extinción de incendios conectados a la red de abastecimiento de agua. Se trata de un aparato eficaz para afrontar fuegos de grandes dimensiones, pero no todos los recintos cuentan con BIEs. En este artículo repasaremos las características de los lugares en los que es obligatorio instalar bocas de incendio equipadas.
Edificios sanitarios o docentes, centros comerciales, almacenes... son algunos ejemplos de lugares donde se instalan las BIEs. Además, en general los recintos de gran superficie también suelen contar con bocas de incendio, ya sean garajes, teatros, oficinas u otros.
La instalación de Bocas de Incendio Equipadas (BIEs) está regulada por normativas que varían según el país. No obstante, hay determinados criterios comunes que determinan cuándo y dónde es obligatorio instalar BIEs.
Condiciones por las que se instalan las bocas de incendio equipadas (BIEs)
Tipo de edificio o actividad desarrollada
Las BIEs suelen ser obligatorias en recintos con alto riesgo de incendio, como fábricas o almacenes. En particular, los lugares donde se almacenan, manipulan o procesan materiales inflamables o peligrosos deben contar con BIEs.
Además, centros como hospitales, hoteles y edificios públicos siempre tienen bocas de incendio instaladas.
Superficie del lugar
La normativa suele establecer que los lugares que superen cierta superficie (por ejemplo, más de 300 o 500 metros cuadrados) deben contar con BIEs. El criterio al repartirlas asegura que haya suficientes puntos de acceso al agua para combatir incendios extendidos en grandes áreas.
Ocupación o aforo
En edificios con gran concentración o tránsito de personas, como auditorios, centros comerciales, bibliotecas o estadios, la instalación de BIEs es obligatoria. Esto se hace para garantizar la seguridad de los múltiples ocupantes en caso de incendio.
Altura del edificio
Los edificios de gran altura, como rascacielos o torres residenciales, suelen estar obligados a contar con BIEs en cada planta. Las llamas tienden a propagarse más rápidamente hacia arriba, y la altura del edificio influye en la velocidad de propagación del incendio. En estos casos, es necesario contar con un acceso inmediato al agua en forma de boca de incendio equipada.
Diseño y distribución del edificio
Las normativas también consideran la disposición interna del edificio: longitud de los pasillos, compartimentación de áreas, zonas de difícil acceso... Por ejemplo, es más fácil que un fuego se propague por un espacio amplio y diáfano que por uno compartimentado y dividido por paredes o estancias.
Las bocas de incendio equipadas (BIEs) deben distribuirse de manera que cualquier punto del edificio esté a distancia adecuada, generalmente no superior a 25 metros.
Riesgos específicos del lugar
En ciertos entornos con riesgos específicos la instalación de BIEs puede ser obligatoria, independientemente de otros factores. Es el caso de industrias químicas, instalaciones de almacenamiento de combustibles, lugares con alta carga térmica...
Además de contar con una boca de incendio equipada, es fundamental que el personal que trabaja en estos recintos esté entrenado para utilizarla. Esto se consigue mediante formaciones de seguridad y salud, en las que el trabajador aprende los pasos para usar correctamente una BIE.
Tecnologías como la Realidad Virtual (VR) ya se utilizan para potenciar estos entrenamientos, haciéndolos más realistas y dinámicos. En una simulación VR, un empleado puede enfrentarse a un fuego virtual y tomar decisiones como lo haría en la vida real. De esta manera, se practica el uso de las BIEs sin necesidad de encender un fuego real o derrochar agua.
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