Cada día hay ejemplos que explican la importancia de los cursos RCP. Una parada cardiorrespiratoria puede suceder en cualquier lugar, y no siempre hay sanitarios cerca. Todos deberíamos conocer la maniobra de RCP para mantener un corazón latiendo. Aquí te contaremos la historia de cómo un hijo salva a su padre gracias a la reanimación cardiopulmonar.
La cuenta de Twitter @RCPdesdemicole, que difunde las virtudes de la RCP y explica cómo funcionan los servicios de emergencias, contaba este caso. Un joven de 24 años y su pareja reaccionaron impecablemente y ayudaron a salvar la vida de su padre tras un infarto.
Un chaval de 24 años, junto a su novia de la misma edad, salvó la vida de su padre cuando se desplomó de golpe en el pasillo de casa.
— RCP desde mi cole (@RCPdesdemicole) October 2, 2022
Oyeron un ruido, salieron a mirar y lo encontraron inconsciente en el suelo. Inmediatamente llamaron al 112.
Mi compañera me avisó:
La víctima se desplomó inesperadamente en el pasillo, con la fortuna de que los dos jóvenes se encontraban en casa. Su reacción fue inmediata y adecuada: llamaron a Emergencias para avisar del suceso.
Un hijo salva a su padre y mantiene su corazón latiendo con la RCP
Según lo que contaron al teléfono los dos jóvenes, el padre todavía respiraba en el momento de la llamada, pero con un extraño ronquido. Tal como explica @RCPdesdemicole, ese sonido es conocido como Gasping, y es la antesala de la parada cardiaca.
Cuando el latido cardíaco no es eficaz, el cerebro no recibe sangre suficiente. Y se "apaga". Deja de dar instrucciones para respirar. Al sistema respiratorio le quedan todavía ciertos reflejos, y lo intenta. Esas "boqueadas" son el GASPING.
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Pocos testigos saben identificarlo.
Cuando tuvieron confirmación de que la víctima había dejado de respirar, las instrucciones desde Emergencias fueron claras. Había que empezar con la RCP sin perder ni un segundo. Por cada minuto que el corazón no late, el cerebro no recibe oxígeno y los daños son más y más graves.
En este caso, esta cuenta destaca la rápida reacción de ambos jóvenes, que pudo ser decisiva para salvar al padre. Nunca hay que tener dudas a la hora de realizar la RCP, ya que cada instante cuenta para salvar una vida. Sin titubear, el hijo comenzó a realizar la maniobra a su padre. Mientras tanto, su pareja despejó los accesos a la casa, para facilitar la entrada de los servicios de emergencias.
A veces los sanitarios del 112 lo identifican; pero no logran que el alertante venza sus miedos y dudas y comience a hacer RCP.
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Pero en este caso, sí.
Cuando llegamos, la chica estaba sujetando la puerta de entrada del portal y había dejado la del ascensor abierta y bloqueada.
Al llegar a la estancia, los servicios de emergencias relevaron al hijo en las maniobras de resucitación. Tras un par de descargas con desfibrilador y continuar con la RCP, el corazón del padre volvió a latir. Poco después volvió a respirar por sí mismo, y pudo ser trasladado al hospital. Afortunadamente, pudo recuperarse y continuar con su vida.
Los cursos RCP ayudaron a que el joven salvase a su padre
Los dos jóvenes explicaron a los servicios de emergencias que habían aprendido a reconocer el Gasping y hacer la maniobra en unos cursos RCP. Recibieron esa formación en la universidad, aunque nunca pensaron que necesitarían utilizar sus conocimientos con una persona conocida.
La formación en RCP es fundamental para saber reaccionar ante una parada cardiorrespiratoria. En una situación así, vencer el bloqueo mental y avisar a Emergencias de inmediato puede marcar la diferencia. Además, es igual de importante mantener el corazón de la víctima latiendo hasta la llegada de los sanitarios. La reanimación cardiopulmonar no garantiza la supervivencia, pero le da a la persona en parada al menos una oportunidad.
Esos chavales lo hicieron todo bien.
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Identificaron el gasping. Se lo dijeron al 112. Comenzaron RCP siguiendo órdenes del Centro Coordinador, y lo hicieron de forma correcta porque sabían cómo se hacía. Uno de ellos esperó a la UVI móvil. El otro liberó espacio para trabajar.
Desafortunadamente, hay ciertas barreras que dificultan que los cursos RCP sean algo generalizado entre toda la población. Barreras mentales, motivacionales o incluso a nivel de complejidad y coste de los entrenamientos. Si llegáramos a un escenario en el que esta formación se masificara y alcanzara a personas de todas las edades y ámbitos, estaríamos más protegidos.
En los últimos tiempos han aparecido herramientas que pueden facilitar que los cursos RCP lleguen a más gente, como la realidad virtual. Esta tecnología permite vivir experiencias en primera persona y enfrentarse a situaciones de emergencia gracias a simulaciones. Así, los alumnos aprenden el procedimiento de RCP mientras lo practican en un entorno realista.
¿Quieres saber cómo la realidad virtual ayuda a derribar las barreras para masificar y generalizar los cursos RCP? Descúbrelo en este enlace.
