Lamentablemente, no es noticia que, de media, 2 trabajadores al día pierdan la vida en España. Tampoco las 649 muertes por accidentes de trabajo que tuvieron lugar de enero a noviembre de 2021. La precariedad laboral mata, y acabar con ella es no perder más vidas. ¿Qué estamos obviando? ¿Qué no hacemos? ¿Qué hacemos erróneamente?
La silenciosa pandemia de la siniestralidad laboral en España
Con los últimos informes sobre siniestralidad en España, en este artículo hablaremos de siniestralidad laboral, de muertes por accidentes de trabajo y sus sectores y causas más frecuentes y de accidentabilidad laboral.
Quizá haya habido cierta laxitud en la seguridad y salud laboral porque se ha puesto más énfasis en las medidas preventivas frente al Covid. Quizá no sean noticia las estadísticas de muertes por accidentes laborales en España, que en el último año y lo que llevamos de 2022 rondan de media los 2 trabajadores al día, se dice pronto… Quizá mientras estás leyendo este artículo un trabajador pierde su vida consecuencia de su trabajo.
La silenciosa pandemia de la siniestralidad laboral en España seguirá existiendo mientras no se tome conciencia. Conciencia como trabajador, como empresario y como sociedad, cada cual con su ineludible responsabilidad y principio de precaución, y con el conocimiento de que acabar con la precariedad laboral supone ganar vidas (y no perderlas), ganar en seguridad, en salud y también en rentabilidad.
En el periodo enero a noviembre 2021 se produjeron 458.775 accidentes con baja en jornada, de los cuales 3.425 accidentes fueron graves y 531 accidentes fueron mortales.
Los sectores con mayor siniestralidad son la construcción, la industria y la agricultura
Y como curiosidad, el 91% de los accidentes mortales son asalariados y de los accidentes mortales registrados en jornada, se distribuyeron en 501 varones y 30 fueron mujeres.
Si refinamos un poco más los datos filtrados de los que disponemos, correspondientes al índice de incidencia del año 2020 (los datos más recientes), el índice fue de 2.455,1 accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo por cada 100.000 trabajadores.
Índices de incidencia sectoriales de accidentes de trabajo en jornada de trabajo.
Fuente: elaboración del INSST a partir del Fichero de microdatos de accidentes de trabajo de 2020. MITES.
El sector de actividad con mayor índice de incidencia fue la construcción, que, con 5.804, supera en más del doble la media de los índices sectoriales. A continuación se sitúa el sector Agrario, con 4.166, seguido muy de cerca por el sector industrial, con 4.004, siendo ambos datos superiores a la media. Únicamente se sitúa por debajo de la media el sector Servicios, que alcanzó el valor de 1.828 índice de frecuencia por cada 100.000 habitantes (recordamos que esto corresponde al año 2020).
Si hablamos de riesgos hay diferencias importantes según el tipo trabajo efectuado por los trabajadores y las trabajadoras en el momento de accidentarse: el 38,2% de los hombres estaban realizando tareas de producción, transformación, tratamiento o almacenamiento; mientras que el 43,8% de las mujeres desarrollaban actividades de servicios a empresas o personas y trabajos intelectuales.
Tipo de trabajos más frecuentes (Accidentes en jornada de trabajo con baja)
Fuente: Elaboración del INSST a partir del Fichero de microdatos de accidentes de trabajo 2020. MITES.
¿Cuáles son los riesgos que causan más siniestralidad en España?
Siguiendo este mismo criterio, observamos que la mayoría de los accidentados estaban en movimiento andando, corriendo, subiendo o bajando escaleras, entrando o saliendo de un medio de transporte (33,8%) o manipulando objetos (26,9%). También destacamos las actividades manuales, tanto en el trabajo con herramientas manuales (13,4%) como en el transporte manual (11,4%) como mayor incidencia de accidentabilidad.
Actividades físicas más frecuentes (Accidentes en jornada de trabajo con baja)
Fuente: Elaboración del INSST a partir del Fichero de microdatos de accidentes de trabajo 2020. MITES.
¿Estaremos infravalorando los accidentes graves o incluso los leves?
Quizá sí, creemos que se está produciendo una infravaloración de los accidentes de estos tipos porque para que se declare un accidente, es el empresario el que tiene que emitir un parte para solicitar asistencia en la mutua, y es la mutua la que decide si se incluye o no en el registro de accidentes.
¿De qué fallece frecuentemente un trabajador o trabajadora durante su jornada laboral?
En cuanto a las distintas formas de fallecer de los trabajadores y las trabajadoras, observamos que la forma más frecuente para ambos sexos son los infartos, derrames cerebrales y otras patologías no traumáticas.
Distinción de fallecimientos en jornada de trabajo
Si echamos la vista atrás, a 1996 que es cuando se creó el Reglamento, hablamos de los 17 millones de accidentes laborales acumulados desde la creación, desde que hay un registro. Es difícil imaginar el lastre económico de estas cifras o la pena, rabia o desespero de las familias.
Si pensamos en enfermedad laboral, todos los que nos dedicamos a la seguridad y salud laboral sabemos que son muchos trabajadores más de los que se informan, porque la enfermedad no se relaciona con el trabajo o se sufre tras años de trabajo.
Con el tema candente del Covid, hay que recordar que hasta el 2 de febrero de 2021 (cuando entró en vigor el Real Decreto-ley 3/2021) no se consideró el Covid como enfermedad profesional para sanitarios y socio sanitarios. ¿Por qué no se consideró enfermedad profesional como con el resto de agentes biológicos hasta entonces? ¿Cuántos se vieron afectados?
De los 5.131.012 casos confirmados de COVID-19 y 87.955 fallecidos de los cuales hasta el 25 de noviembre de 2021 se notificaron 153.103 casos confirmados en personal sanitario (según datos del Ministerio de Sanidad)
Así, 2021 acerca de nuevo la siniestralidad y la enfermedad laboral a las cifras prepandemia, con Guadalajara como la provincia con mayor tasa de accidentes con baja y Palencia como la que tiene un mayor índice de mortalidad en el trabajo.
¿Cómo podemos prevenir los accidentes laborales?
La conciencia preventiva, la cultura y el apoyo continuo de las organizaciones que pueden y deben ayudarse para promover la salud y la seguridad en el trabajo son vitales para la prevención. Hay que recordar que las medidas más efectivas son siempre aquellas que involucran activamente a las organizaciones de trabajadores y empleadores.
La cultura preventiva consigue dotar a nuestros trabajadores de las herramientas y la capacidad de pensar y percibir el riesgo en la realidad antes de que ocurra. El conocimiento aporta capacidad de análisis y criterio para actuar de una o de otra forma, que ayuda a evitar accidentes, vidas rotas y absentismo.
Los accidentes son evitables y pueden ser causales y no causales.
Los accidentes causales son aquellos con ocasión o por consecuencia del trabajo que se realiza, es decir, que existe una relación de causalidad directa entre el trabajo y la lesión.
Y los no causales pueden ser por fuerza mayor, por imprudencias temerarias del trabajador, por dolo (voluntaria y maliciosa) o por la actuación de otra persona, entre otras, pero el factor común en todas ellas es que no guarda relación con el trabajo que se realiza.
También es importante la seguridad y salud laboral y cultura preventiva día a día, con referentes (directivos, directores, responsables o compañeros) como ejemplo de comportamientos seguros.
La Seguridad y Salud es fundamental, imprescindible e ineludible, y muchos accidentes se pueden evitar con un plan de prevención, donde incluir y actualizar la evaluación de los riesgos de los puestos de trabajo, poniendo a las personas en el centro de la estrategia.
¿Cómo la formación puede ayudar a reducir la siniestralidad?
La formación es un factor clave y fundamental para reducir la siniestralidad. Es impensable pensar en educar, en enseñar, en comunicar haciendo partícipe al trabajador, en formar en prevención, en todo caso, sin pensar en que forme parte de la cultura preventiva de la organización.
La aparición de las nuevas tecnologías como la realidad virtual puede complementar esa formación y actualizarla a nuestros días. La capacitación con realidad virtual permite una mejor retención, aprender de forma práctica en un entorno sin riesgos y eso ayuda, sin duda, a una mejor prevención.
Empresas como Ludus Global llevan años desarrollando una tecnología de realidad virtual aplicada a la prevención de riesgos. Las formaciones de Ludus incluyen simulaciones inmersivas y didácticas, donde los empleados pueden aprender de los riesgos de forma amena y entretenida.
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